Rejuvenecimiento Facial y Reposicionamiento del Triángulo de la Juventud: Un Enfoque Integral con Láser y Tecnología Avanzada
Utilizamos Láser en todos aquellos tratamientos no invasivos o mínimamente invasivos que nos permiten lucir una piel más tersa, más joven, y lograr el reposicionamiento del triángulo de la juventud.
Este famoso triángulo, cuando somos jóvenes, tiene su base en los pómulos y el vértice hacia el mentón. Sin embargo, a medida que envejecemos, este triángulo comienza a invertirse. Los pómulos se achican debido a la reabsorción ósea, un proceso que comienza a los 25 años, lo que hace que las ojeras se marquen más. El mentón también se retrae, y todos estos cambios normales con el tiempo hacen que nuestro rostro adopte una forma más cuadrada, con más ojeras, un surco nasogeniano más pronunciado, y la aparición de los “jowls”.
Afortunadamente, hay muchos tratamientos disponibles, desde los menos invasivos hasta los más invasivos, y desde los más económicos hasta los más costosos. Mi objetivo es compartir mi experiencia y cómo la tecnología que tengo en mi práctica médica puede ayudarte a mantener o recuperar ese triángulo de la juventud.
Para aquellas pacientes que no desean ningún tipo de inyecciones y prefieren únicamente aparatología, se pueden ofrecer tratamientos como la radiofrecuencia Accent Prime, Luz Pulsada, y Láser Q-Switch. Todos estos equipos estimulan la formación de colágeno a través de diferentes mecanismos, obteniendo resultados muy satisfactorios.
Sin embargo, la situación ideal para un rejuvenecimiento facial completo es combinar varios tratamientos. Mi recomendación es siempre trabajar sobre una piel previamente preparada para maximizar los resultados de nuestra inversión.
El segundo paso, después de optimizar la piel, es estimular la producción de colágeno con radiofrecuencia, luz pulsada y/o láser Q-Switch.
En tercer lugar, aplico toxina botulínica para relajar las arrugas de expresión, seguido de un reposicionamiento de las estructuras de soporte, como el arco cigomático y los pómulos, utilizando ácido hialurónico. Dos meses después, complemento el tratamiento con hilos tensores para un efecto lifting adicional.
Por supuesto, todos estos tratamientos se personalizan según las características individuales de cada paciente, su edad, tipo de piel, expectativas, necesidades y presupuesto. Cada plan es único, y siempre se comienza por algo, recordando que en estética, muchas veces, menos es más.
Dra. Agustina Álvarez